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La central términa de Andorra (Teruel) desde la ermita de Belmonte de San José a unos 40 km. de distancia en línea recta |
Es lo que ocurre en esta tierra es
que las cosas duran poco, aunque nos parezcan que llevan allí toda la vida de
Dios. Esto les pasaba a las tres torres de la central térmica de Andorra
(Teruel). Ya son historia después de dibujarse sobre el paisaje del bajo Aragón
durante cuarenta años, se dice pronto. Mientras se desplomaban las tres gigantescas
torres de refrigeración de la Central como si fueran de cartón piedra, la
gigantesca chimenea observaba impasible cual va a ser su inmediato futuro.
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La Central desde el mirador de San Vicente en Caspe a unos 45 km. de distancia en línea recta |
Una de las señales que señalaban el
bajo Aragón turolense y zaragozano era precisamente la silueta de estos cuatro
gigantes, de los cuales tan solo queda uno. Hace un año hice una foto de estas
estructuras desde el mirador de la Cruz de San Vicente, sobre el río Ebro y
cerca de Caspe y este invierno pasado era visible sobre la niebla desde la
ermita de Belmonte de San José, en las estribaciones del Maestrazgo, no es de
extrañar que se hubieran convertido en todo un símbolo de la zona.
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Caída de las torres (Heraldo de Aragón) |
Según la Wiki, estas torres eran
hiperboloides y tenían una altura de 107 metros cada una con unos diámetros que
oscilaban entre los 81,2 metros en la base, 46,1 metros en la parte más
estrecha y 50,7 metros en la coronación. El caudal de agua necesario para la refrigeración
era de 38 000 m³/h con una temperatura de 25 °C a la entrada y 35 °C a la
salida. Diez segundos costó que todo este entramado, se viniera abajo. En
cuanto a la todavía resistente chimenea, ésta tiene una altura de 343 m, lo que
la convierte en la tercera estructura más alta de España.
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El desplone a vista de dron |
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