La herrería del tío Isidro
La herreria de Isidro Cortés en primer término a mano izquierda (Foto Google) |
Estos días alguien de la vecindad ha estado de reformas en casa y al tener las ventanas abiertas, me ha llegado un sonido inconfundible que me transporta directamente a los veranos de ni infancia, la herrería del tío Isidro.
Isidro
Cortés Ballonga era uno de los herreros de mi
pueblo. Tenía su taller en un extremo del paseo y en verano, entonces no había
climatización alguna, trabajaba con las enormes puertas de la herrería abiertas
hacia los árboles del boulevard. De esta manera llegaban a los chavales que
jugábamos en el paseo, los inconfundibles sonidos del cercano taller y si nos
acercábamos, veníamos saltar las chispas de la soldadura lo cual, era todo un
espectáculo. Esos sonidos calaron tanto que se han convertido en uno de los
recuerdos de la niñez y sobre todo, de los veranos en la infancia. Cada vez que
oigo esa musiquilla, sobre todo en verano y con las ventanas abiertas o en la
calle, mis recuerdos se remontan a aquella lejana época en la que jugaba en el
paseo junto a la herrería del tío Isidro.
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