El mito de la Torre Nueva

Decía en una anterior entrada que la Torre Nueva es un símbolo, casi un mito e incluso un icono de la ciudad de Zaragoza, incluso en nuestros días y cuando lleva 130 años desaparecida, estas imágenes son buena prueba de ello.



Hace un par de años llegó a mis manos este libro con esta portada en la que aparece la Torre Nueva, se trata de un "Diccionario turístico" muy poco manejable para un turista por cierto, debido a su tamaño de español: francés e inglés. Escrito por Juan Salas Íñigo y editado por Crealibros, SA., en Zaragoza el año 1989.

 


Esta lámina pertenece a un libro que compré hace años en una librería de Viejo en la calle Mayor de Madrid, se trata de una colección titulada "España: sus monumentos y artes - su naturaleza e historia en su volumen dedicada a Aragón y está escrito por José María Quadrado. Fue editado en Barcelona en el año 1886 en el Establecimiento tipográfico editorial de Daniel Cortezo. Luego he visto que es una fotografía bastante popular, quizás de Laurent y todavía conserva su "chapitel" en el remate de la torre.




Este dibujo está sacado de la Crónica de la provincia de Zaragoza, escrita por José Fernando González en su “crónica general de España” que fue editada en Madrid en el año 1867 por Rubio y compañía. El ejemplar que yo tengo, corresponde a la edición realizada por Editorial Maxtor de Valladolid en el año 2003. El cronista describe la sensación de vértigo que se siente desde lo alto de la torre y en el lado por el que ésta se inclina.



Richard Ford era un inglés que vino a vivir a España en 1831 con el fin de cuidar la salud de su mujer. Instalados en Andalucía, mientras ella descansaba él, se dedicó a recorrer en caballo miles de kilómetros por toda España. Además de escritor, era un excelente dibujante y con el tiempo publicó el “manual para viajeros por el reino de Aragón” publicado por editorial Turner y traducido al español en 1983 por Jesús Pardo. Para don Ricardo la visita a la Torre Nueva es obligatoria en la ciudad de Zaragoza «con su reloj octangular se inclina mucho, desviándose de la línea perpendicular como las de Pisa y Bolonia» lo que para él resulta “desagradable” «ya que da una sensación de inseguridad que se opone a la esencia misma del principio arquitectónico. Parece estar vacilando hacia su propia caída "Ruituraque sempre stat mirum"» dice y prosigue; «está ricamente adornada con ladrillo que a distancia parece moro, pero es mucho más basto, tanto en diseño como en ejecución».




Corrían los primeros años de la Transición en España y el grupo aragonés La Bullonera, editó en 1976 este álbum con un disco de canciones en su interior. En la portada la Torre Nueva convertida en un símbolo de la lucha de los aragoneses frente a la especulación, el capitalismo, la opresión y el desarraigo. En aquellos años todavía estaba reciente el recuerdo, entre los más mayores de su injusto derribo.


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