La inclinación de la torre Nueva según Pascual Madoz
Se dice que fue la solera que se secaba antes por la parte suroriental que por la norte más de umbría y es que la torre se encontraba en el extremo noroeste de plaza, es la esquina de dos edificios que a su vez hacían sombra. Se comenta que fue por culpa de las prisas en terminar la obra (15 meses). El caso es que la torre comenzó a inclinarse levemente hacia el centro de la plaza Según los entendidos de la época; hasta los 2,5 metros del suelo la torre descansaba sobre su eje pero, desde esa altura hasta los 50 metros se inclinaba para en su tramo final, continuar vertical. Haciendo con esto un prodigio de la gravidez con casi 3 metros de desviación sobre la vertical del edificio. Nunca se consiguió corregir el error, lo que la hizo muy conocida en toda España y protagonista de relatos y pinturas.
Pascual
Madoz nos ofrece otra versión que desconocíamos
hasta ahora y que también pose cierto interés. “A primera vista se nota una
grande inclinación en la torre por parte del sur y que examinada por los
maestros de obras en el año 1741 resultó ser de 9 pies y medio (dos metros y
medio) cuya inclinación, según opinión de muchos profesores de adquirida
reputación; se la dio al tiempo de fabricarla, para hacerse más célebre su
constructor Gabriel Gombao (es decir
que lo hizo adrede y de propio). No siendo admisible la proporción de aquellos
que dicen que es un defecto motivado por la desigualdad del terreno en que se
fabricaron los cimientos, porque la inclinación de la torre solo se advierte a
unas tres varas encima del pavimento y sigue inclinada hasta poco más de los
dos tercios de su total altura, desde donde continuando en línea recta,
concluye el tercio siguiente sin ninguna inclinación.
En primer término el puente de Piedra, luego el Pilar y en segundo plano, la Torre Nueva en 1861 |
Comentarios
Publicar un comentario