Castillo de las Paúles

El castillo de Paúles desde La Corona en Erla (Zaragoza)

Según la web de Patrimonio Cultural aragonés, el castillo de Paúles ya aparece documentado a finales del siglo XI cuando el monarca aragonés, Sancho Ramírez, dona su iglesia al monasterio de San Juan de la Peña. En el siglo XVI pertenecía a los Luna y, según afirma Labaña en 1610, es lugar de Martín Sancho del Castellar.


“Se trata de una construcción señorial de gran empaque y aspecto medieval, que debe mucho a las reformas realizadas en los años veinte del pasado siglo XX”. Siempre según esta web: Se compone de un cuerpo de planta rectangular adosado entre una capilla ubicada en la fachada al sur y una torre cuadrada al norte de la misma. “La torre sería el elemento constructivo más antiguo y a ella se habría añadido el palacio posteriormente. Da la impresión de que sería una edificación muy similar a la cercana torre de Santías. “El edificio palacial se articula en tres pisos, el inferior con saeteras de gran longitud, el mediano con un balcón que se cierra con una artística reja y el superior con la típica logia de arcos” que da luz de medio-día, a una biblioteca. Está rematado por una terraza almenada que evoca este pasado medieval. “La puerta de acceso abre en arco de medio punto con columnas en las jambas” y que en algunos de sus tramos podría ser original, aunque fuertemente restaurada. “La torre es de planta cuadrada y se organiza interiormente en cinco pisos” y coronada por almenas, al igual a modo de terraza superior. Paules está incluido dentro de la relación de Bienes considerados de Interés Cultural, dentro del listado de Patrimonio Histórico Aragonés publicado en 2006. La capilla es una construcción neoclásica y destaca por su portada con arquivoltas de medio punto, sobre el que hay un escudo.



Madoz cita Paules como un lugar dependiente de Erla, a ¾ de hora de la localidad, unos 10 kilómetros, situado en terreno llano, en medio de un monte en el que se crían tomillos y otros arbustos, gozando de un clima templado y saludable. A mediados del siglo XIX contaba con siete casas, entre ellas el palacio y “una iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de la Esperanza”, servida por el cura de Erla. Muy cerca del caserío había un pequeño cementerio cuyas ruinas todavía pueden ser observadas en el centro de un campo de trigo. Cercano discurre el Arba de Biel y que se comunica con el poblado a través de un bonito paseo arbolado. Los vecinos se surtían por entonces gracias a una fuente cercana. Alfonso Zapater cita que fue reconstruido en 1926 por el propietario cincovillés Mariano de Ena y Valenzuela y que sus descendientes pasan temporadas en este refugio campestre. En la actualiza pertenece al marquesado de la Plata o de Casa Real, un título que procede de la burguesía comercial establecida en Cádiz desde finales del siglo XVII y de ascendencia flamenca que tenía intereses en América. Uno de los miembros más destacados de esta casa fue Félix Colarte, marqués del Pedroso quien alojó en uno de sus palacios el Casino Gaditano hacia 1836, el más antiguo de España y entre otras ocupaciones se dedicó a levantar colonias de campesinos en sus propiedades a mediados del siglo XIX, precisamente las casonas que enfilan la calle principal y única que escolta al castillo de Paúles, están fechadas hacia 1845 y bien podría tratarse de una de estas poblaciones de nuevo cuño que se levantaron en la época para colonos, un caso muy cercano es el de las llamadas “Casas altas del Castellar”. Este pequeño caserío estuvo habitado permanentemente hasta la década de los años cincuenta del siglo XX, aunque hoy día aun sirve para residencia ocasional, e incluso cercanas hay explotaciones agrícolas.



 
Cementerio

Zueco Giménez, Luis. Castillos de Aragón, Mira editores. Zaragoza 2011.
Madoz, Pascual. Diccionario Geográfico Estadístico: “Zaragoza” reeditado por la DGA en 1985.

Caserío de Las Paúles al atardecer



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