Visitas pastorales en Villanueva de Gállego


Monseñor Don Pedro Cantero Cuadrado haciendo su entrada en la iglesia de Villanueva de Gállego, bajo Palio
De las muchas visitas pastorales que se conservan en los archivos parroquiales de Villanueva de Gállego, voy a recoger dos que me parecen bastante curiosas y sustanciosas. La primera es la llevada a cabo por el Arzobispo don Juan Sáenz de Buruaga el once de octubre de mil setecientos sesenta y dos. Quien tras hacer visita general de la iglesia, Custodia del SS, Pilar de Bautismo y todo lo demás, provee los mandatos siguientes:

Al actual vicario y a cada uno en su tiempo imperpetuam, que en todos los días festivos, antes o después de la misa parroquial y al último del Rosario, que debe rezar precisamente a coro, rece también en voz alta los actos de fe, esperanza y caridad, repitiendo el pueblo las mismas.

Hallándose reprobado y mandado quitar por la Sagrada Congregación del Concilio, el abuso de asociar los cadáveres a la Iglesia, sus consanguíneos y más personas afectas, con llantos, lágrimas, canciones y extremos ridículos que se practican y principalmente por las mujeres, distrayendo a los fieles de su devoción en sufragio de las almas de los difuntos. Disponemos se observe la resolución de dicha Sagrada Congregación y que  no se permitan semejantes llantos, como ni canciones ni otra figura con el objeto expresado y mayormente en la iglesia. Sobre cuyo particular hacemos el más vivo encargo a los referidos vicarios mandándoles expelan y hagan salir fuera de dicha Iglesia, todas las personas que después de avisadas sobre lo aquí referido, no se abstengan y continúen perturbando a los circunstantes y tal vez impidiendo los divinos oficios. Hablando de entierros, en un oficio de esa época (siglo XVIII), el cura del pueblo se queda de la costumbre que existen en la localidad durante los funerales y es que los hombres quedan fuera de la Iglesia y arman tal barullo con sus conversaciones y gritos, que en ocasiones se hace imposible realizar los oficios, llegando en algún servicio a realizarse peleas (costumbre que más moderadamente se sigue manteniendo).

El Arzobispo Morcillo, junto con Mossen José
bendiciendo la "Torre nueva" en septiembre de 1962
Reconocidos la fábrica material de esta Iglesia, toda ella ruinosa en sus paredes y techo, como toda la fábrica de su torre, causonos el mayor dolor el inminente riesgo a que está expuesta. SMY., y todos estos sus feligreses evitándolo, disponemos que este Vicario sin pérdida de tiempo procure construir de nuevo toda la referida iglesia. Preséntenos el diseño de restituidos a la capital, pase los más debidos oficios en el Caballero corregidor y más señores del MN Ayuntamiento de la ciudad de Zaragoza.

Sobre la diferencia que escrito D. Antonio Xerique acerca del terreno que se necesita para la nueva fábrica de la dicha iglesia y denos antes aviso para proporcionar por una parte cuanto corresponda al monto y a dicha nueva fábrica, a cuyo fin disponga también por todos los medios los ánimos de los naturales, para dar principio a la obra. Resultando de los efectos de Primicia ciento cincuenta y nueve libras, dos sueldos, doce dineros y la cosecha de este año. Puede importar más de doscientos escudos y con lo que ayuden los parroquianos y más partes interesadas, se puede proporcionar un templo de buena planta y decente. Hallándose secuestrada la primicia del anexo de esta iglesia de San Bernabé, desde el año pasado de mil setecientos cincuenta y nueve y depositados en poder de Tomás Asirón, vecino de la parroquial de San Pablo de la ciudad de Zaragoza. Disponemos que dicho cura vicario le pida una razón individual de todos los efectos que tenga en su poder con cargo y data, comprendiendo hasta las deudas que proceda de ese ramo y todo lo más anejo que pasará a mi poder para el debido examen.

Ítem mandamos se echen puntericos a los vasos de los santos oleos. Póngase cruz en medio del cementerio y se conserve fija. Quítese la Imagen que se halla en la superficie del retablo de las Santas Reliquias y se sepulte por indecente. Échese puerta al coro y dispóngase asiento para los Sres. eclesiásticos como es justo y corresponde a su estado.


El Arzobispo Casimiro Morcillo impartiendo la confirmación, en segundo término Mossen José, Doña Julia (maestra nacional) y posiblemente Plácido Yera (Alcalde) gentileza Pilar Lisón, que es la niña que recibe el Sacramento
Y por cuanto nos hallamos informados de que en la capilla de La Real Fábrica de Comercio hay y se conserva casa a donde se recoge y pide limosna para las benditas animas y se expende sin ninguna intervención del actual vicario, cedente este hecho en perjuicio de la parroquialidad, disponemos que en lo sucesivo se recoja pizca y expenda toda dicha limosna con precisa intervención del referido vicario, lo que políticamente participe el actual administrador de dicha Real Fábrica.

Por cuanto los vecinos de la parroquia del Pilar y, los de la Seo de Zaragoza aunque no todos, como lo justifica la partida de vino con que por esta razón contribuye el Sr. D. Manuel Crespo, Canónigo de la Sede Metropolitana Iglesia, se excusan de pagar la correspondiente porción de primicia, así en esta parroquia como en la anexa ordenamos, evitando los perjuicios tan conocidos en la deformidad de la posesión y al derecho de la iglesia, que el actual vicario haga saber a los respectivos cosecheros por quien se dejen la porción con que deben contribuir en la misma especie y, en defecto y caso de resistencia, embargue los efectos con dispongo formal, tomando uso de su medio la justicia lega si fuese necesarios.

Lo cierto es que un repaso a este tipo de documentos es interesante ya que dan una visión muy directa de cómo eran las costumbres de la época y las relaciones de poder, así como de la necesidad de control por parte Iglesia sobre la sociedad. A mediados del siglo XVII se cita que tenía que desaparecer de los oficios el rito de correr las cortinas mientras el sacerdote realizaba la consagración, porque los fieles se distraían y en algunas ocasiones abandonaban el templo.
 

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