El castillo de Santías, según Mateo Suman



Continuamos hablando de Santías, ese torreón en peligro. El otro día me encontré con una reseña que hace del mismo Mateo Suman en sus Apuntes para el diccionario Geográfico del Reino de Aragón “partido de las Cinco Villas” que se realizó en 1802 y que ha llegado a nosotros gracias a un manuscrito que se conserva en la Real Academia de la Historia en Madrid. En 2015 fue editado por la Diputación Provincial de Zaragoza, gracias a la labor de Josefina Salvo Salanova y Álvaro Capalvo Liesa que lo editaron dentro de la Institución Fernando el Católico. Mateo Suman fue un  religioso mínimo perteneciente a la Provincia de Aragón nacido hacia 1750. Fue ordenado sacerdote en Zaragoza el 27 de marzo de 1773, con dispensa de edad. Destacó en la predicación, fue Calificador de la Inquisición en Aragón y tenía una biblioteca apreciable que contenía entre otros, dos manuscritos botánicos de Pascual Mora, así como una Rubrica coroniquarum Regnorum Aragoniae et comitum Barchinonensium. Murió en 1808 en el convento de la Victoria de Zaragoza, siendo académico correspondiente de la Real Academia de la Historia.



Según el religioso lo que conoció como Santías, entre Luna y Ejea, correspondería a la Seltia de los romanos. Según bula del papa Alejandro III dictada en el año de 1178, el castillo habría pertenecido al monasterio de San Juan de la Peña, junto con el cercano lugar y castillo de Obano, así como de las primicias y diezmos de Luna e Iekara, así como de las almunias de Libros, Erla, Paduls, Sentivola, Almalel, Fraxineto y Fraxinetello.

En el repartimiento de sisas del reino correspondiente al año 1489 y en otros documentos se conocía como Sentías, pero su actual nombre es Santía.
“Pertenece al partido de Cinco Villas y al arzobispado de Zaragoza. Es coto, propio del señor barón de Gurrea quien nombra alcalde, que suele serlo uno de sus administradores. Está en llano, es un edificio cuadrado de piedra sillería como son los antiguos castillos con todas las propiedades y requisitos que se ven en los mismos, con un torreón en medio. Es fábrica muy sólida y antigua. Tiene a su derecha al río Arba de Biel. Su territorio por todas partes se extiende a media legua; confronta por oriente con el monte de Paúles, por poniente con el de Exea de los Caballeros, y por el norte y mediodía con el monte de Luna. Dista poco menos de una legua de la villa de Erla; una de la de Luna. Dos de la de Exea; media, del lugar de Paúles. De Sos unas doce, y de Zaragoza diez”.



Deja escrito Suman que en su monte, “hay grande abundancia de coscojos, y algunas encinas. Se ven igualmente varias fuentes y entre ellas una muy copiosa de un agua sobremanera excelente y saludable. Produce este suelo muy buen trigo, ordio y avena. Anualmente de trigo 350 cahíces. Ordio 160. Avena 50. Hay ganado mular con 16 cabezas y Vacuno 14”. Se cría abundante hierba para toda especie de ganado y se mantienen aquí “mil cabezas de lanar. Mular y vacuno lo dicho”.

“Hay una iglesia antigua dedicada a Ntra. Sra. de Esperanza y la cura de almas, está a cargo del cura del lugar de Paúles su anejo y su provisión es de patronato Real. Briz Martínez dice, que la iglesia de Sentía fue donada a San Juan de la Peña”.

“En el repartimiento de sisas hecho en 1489, estaba este coto comprendido en la sobrecollida de Tarazona, bajo el nombre de Sentía y un solo vecino.
En 1728 según el acopio de la sal de este año bajo el título de Castillo de Santía había en él un vecino, sin pobre, ni eclesiástico alguno. En el día tampoco hay más que un vecino y personas 26”.



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